El Chamamé
Es una modalidad musical y coreográfica con epicentro en la Provincia de
Corrientes, muy extendida también a las de Chaco, Formosa, Misiones y
norte de Entre Ríos. El sur de Misiones y parte del este de Formosa
participan de su vigencia, aunque comparten preferencias con la polka y
las especies secundarias emparentadas (galopa, guarania, etc.).
En su origen se integraron los rasgos culturales del guaraní y del
español. Según el célebre compositor Antonio Tarragó Ros: “En el Archivo
de Indias, en España, hay documentación que demuestra que nuestra
música ya existía cuando llegaron las misiones jesuíticas a Yapeyú. Los
jesuitas instalaron en esa zona la fabricación más grande de
instrumentos musicales del Río de la Plata y se cree que el acordeón nos
llegó con ellos, para suplantar al órgano en la liturgia.
Lo cierto es que al chamamé le vino bien por la escala diatónica y así
se fue incorporando. En la época de la colonia las damas de la sociedad
aprendían a bailarlo con maestros indios". Consiste en una danza en la
que los cuerpos de las parejas se estrechan entre sí, plena de gracia y
fino erotismo
El gato
Es una danza criolla alegre que puede ser ejecutada por una o dos
parejas. Se bailó en nuestro país desde antes de 1820 y nos llegó
posiblemente desde el Perú, extendiéndose en la campaña hasta la
Provincia de Córdoba y luego hacia todo el país.
Bailado por todas las clases sociales, representa un discreto juego
amoroso donde el caballero simula cortejar a la dama y, persiguiéndola,
trata de conquistarla; luce para ella las mejores figuras en sus
zapateos, realizando a veces increíbles piruetas hasta obtener su
correspondencia en la coronación final. Se convirtió, sin lugar a dudas,
en el más popular de los bailes de la llanura, al igual que el malambo,
y se lo conoció también con otros nombres como: "gato mis–mis",
"mis–mis" o "perdiz”.
Era raro antaño, que el gaucho no supiese rasguear un poco la guitarra y
entonar las coplas del "gato" o los repetidos acordes del "malambo",
motivo por el cual devino en uno de los bailes más elegidos.
El pericón
Se trata de un baile típico muy elegante de la llanura pampeana. En el
pasado, recibió el nombre de "baile de cuatro", en razón de ser ése el
mínimo de parejas necesarias y porque la coreografía de la danza
primitiva se componía de sólo cuatro figuras llamadas, por su orden:
demanda o espejo, postrera o alegre, cadena y cielo. A cada una de ellas
corresponden varios movimientos distintos, que se ejecutan de acuerdo
con las órdenes que dan, según el caso, el cantor o el "bastonero"
–especie de director– y siguiendo el ritmo de vals lento o sobrepaso,
característico de todos los pericones.
El "bastonero" debe ser elegido con sumo cuidado, ya que de su ingenio
depende, en gran parte, el éxito del baile. Uno de los agregados
relativamente recientes es el "pabellón", donde los bailarines tomados
del brazo forman un círculo y cada pareja al compás de la música, con
las manos libres, extiende un pañuelo por encima de las cabezas,
intercalándose los colores azul y blanco de la bandera argentina.
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